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AQUEL QUE NOS AYUDA!

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Salmo 121:                              1- Al contemplar las montañas me pregunto: "¿De dónde vendrá mi ayuda? 2-Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra. Este Salmo es el segundo de quince Salmos que comprenden del 120 al 134, y se les llama en hebreo "Canto gradual" o "canto de las subidas" : Su título se debe a que eran cantados por los peregrinos que subían a Jerusalén , especialmente en las tres grandes fiestas del pueblo judío ( éxodo 23:14-17) ¿Saben que Jerusalén está a más o menos 750 metros sobre el nivel del mar y ellos debían subir por tipos de gradas o escalones? Imaginémosle subiendo para llegar allí.  ¿Cuánto tiempo les habrá insumido?  ¿Cuántas cosas habrán ocurrido mientras iban allá?  ¿Cuánta fatiga? ¿Cúantas veces habrán quedado sin aire? ¿Y cuando subían en familia?  Porque ellos no eran de tener un solo hijo por familia, como vemos aquí en Italia, o Europa ¡ no! Más hijos tenían, más felices y bendecid

PERDER LA CONFIANZA EN DIOS

Mateo 11: 1 al 15                                                                                                                                 
Dice el versículo 6 - " Bienaventurado quién no pierda su confianza en mí!”
                                                                                
¿Es que podemos perder la confianza en Jesús?  ¿Y por qué causa la pudiéramos perder?

Debemos cuidar nuestra fe, nuestra confianza en Dios, en estos tiempos, pues satanás trabaja arduamente a fin de que algunos de nosotros la perdamos.
Hubo un Grande que estuvo a punto de perderla, o en riesgo, pero supo de qué manera sobreponerse y protegerla, este fue Juan el Bautista.
¿Cómo estuvo a punto de perderla?
Porque una pequeña, incipiente pero poderosa duda apareció en el momento más crucial de su vida ministerial
  • ¿Y cómo logró proteger su confianza en Dios, en ese tan importante momento final de su tiempo aquí en la tierra?

Preguntando y reforzando con la respuesta directa de Jesús, su fe. Pudiendo así retener la Vida Eterna.

Mateo 11:2.¿En dónde estaba Juan? En la Cárcel. Espiritualmente se encontraba en una situación cerrada, se encontraba solo, y no había manera de escapar de allí .Así se lo mostraba Satanás, que creyó tenerlo devorado.
La cárcel puede ser la oscuridad que estás pasando hoy, la incerteza de la espera: ¿será qué verdaderamente él es el Hijo de Dios? ¿Será que hice bien en lo que hice? ¿En lo que por fe decidí hacer? ¿Será que realmente esta era la voluntad de Dios? ¿Habrá sido él quién me habló? ¿Será que estoy en el lugar correcto? ¿Que hice lo que debía hacer ?Juan había denunciado el pecado de Herodías, y esto lo llevó a ser acosado y perseguido hasta lograr llevarlo a la cárcel, y darle muerte.
Así que Juan el bautista estaba ante la única puerta de salida de esta tierra, y al pasarla debía ser con la certeza total, con la confianza plena en Dios, en el Dios por quién había caminado hasta allí.

Mateo 11:3
Al saber que Jesús estaba allí, mandó dos discípulos a preguntarle. “Si él era el que había de venir o si debían esperar a otro”
La Pregunta que tal vez muchos no se animaron hacerle a Dios cuando estuvieron en su Cárcel espiritual: ¿tú eres verdaderamente mi Salvador?
Jesús no se escandalizó de Juan, no perdió su confianza en él, sino que lo entendió.
Dios nunca va a perder su confianza en ti, si en un momento tan duro como este, tú le preguntas algo como eso.
Él te comprenderá, porque él entendió que la pregunta de Juan era para salvar su fe de la duda homicida.
  • Si nuestras preguntas son para que la duda no nos mate la fe, Jesús te entenderá y responderá a tu pregunta.
Y te dará señales contundentes de que él es tu Dios, y que puedes mantener tu confianza en él.
No se trataba de que Juan dudó de él, sino de que Juan con esa pregunta le estaba diciendo: Jesús la duda quiere matar mi fe.
No es Herodías la que te matará, sino la duda te puede llevar a la Muerte Eterna.
Él no le tenía miedo a la muerte por decapitación, ni le tenía miedo a Herodes, menos a Herodías, él sabía que si moría dudando de Dios, no resucitaría para Vida Eterna.
Por eso Jesús inmediatamente cubrió de honra su Persona, y también preguntó a todos los testigos: Qué pensaban quien era Juan, por hacer esa pregunta: ¿Una caña sacudida por el viento? Es decir ¿uno que no tenía una fe firme; Uno que las circunstancias lo movían de arriba abajo, que las opiniones de las personas lo hacían cambiar de pensamiento respecto a Dios, y a su Hijo Jesús, a la Palabra y al Espíritu de Dios, a la Iglesia y a la comunión con los demás hijos de Dios? ¿Uno que las pruebas lo hacían retroceder o salir reprobado?
Jesús reafirma a Juan en la fe, y sigue diciendo que no es la apariencia lo que lo hace a alguien grande, ni el lugar donde esté, sino su Fe. Versículo 8 y 11.
¿Quién es un Grande en el reino de los cielos?
Mateo 5:19 “cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.”
1 Timoteo 6:3,4
Si alguno enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,…
Apocalipsis 2:14,15,20
`Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad.…
Mateo 28:20
Enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Juan era entre los nacidos de mujer, el más grande.
Y Jesús dice más de él en el Versículo 14, que él es el Profeta Elías.
  • Juan era un hombre anegado, muerto a todas las pompas del mundo y los placeres de los sentidos. Y Jesús no habla así de él solo para alabarlo, sino para que al escuchar esto, la gente, supiera que sería llamada a ser mejores y coherentes en su carácter con toda situación que se les presente, como había sido Juan.
  • Pero aún así este Profeta necesitó ser confirmado en la Fe para no perder al último momento su confianza en Dios. Y por eso, dejo de lado su vergüenza, y mandó a preguntar con sus propios discípulos que pudieron haberle dicho: - Pero que dices, acaso no fuiste tú quien dijo - ¡Eh aquí el Cordero de Dios…!
Sin embargo él sabía que debía luchar por su fe, no por su vida, sino por todo aquello que representaba hasta ese momento su Fe, su gran y única riqueza por la cual llegó hasta la cárcel.

La pregunta que salva tu fe, de la asesina duda:  - ¿eres tú el Señor?

Mateo 14:27 

Respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas.…

  • Como Juan el bautista, antes de dudar preguntó directamente a Jesús. Antes de dudar pregunta directamente a Dios
  • Preguntar no es dudar, es necesidad de seguridad.
  • ¿Me amas Pedro? Le pregunta Jesús a Pedro. (San Juan 21:17)
Las preguntas son necesarias, así como son de necesarias las respuestas correctas.
No te niegues a responder a quien te pregunte la causa por la cual sigues la Verdad, así como tampoco te abstengas en un momento como este de preguntar a Jesús sin temor – ¿Eres tú Señor, o debo esperar a Otro?


Dios te bendiga.
Pastora Sara Olguín.









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