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LA PODEROSA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO

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               2 Reyes 4 Una mujer había quedado  viuda y endeudada y con el riesgo de que sus dos hijos perdieran sus libertades. ¿Qué hizo? Llegó hasta lo último y luego clamó a Dios.  ¿Y de que manera clamó a Dios?  Visitando al profeta para hallar dirección de Dios para su vida. Así acostumbramos hacer muchos de nosotros, muchas de las veces en que nos encontramos en situaciones que llegaron al límite y ¿qué hacemos?  Esperamos hasta que el agua nos llegue al cuello para orar, y pedirle a Dios qué debemos hacer. Lo vemos con el pueblo de Dios en Éxodo 3:7   Esperó hasta perder sus libertades para clamar a Dios,  Así como en Jueces 6: 7 Aquí también vemos al pueblo escondido y lleno de miedo a causa de los Madianitas, pero que por último claman a Dios, para recibir dirección y ayuda.  Siempre sucedió así por causa de alejarse de Dios, de desoírlo, y de sentirse ellos sus propios dueños para hacer las cosas a su manera.  Dice  Jeremías 2:13 -Porque dos males ha hecho mi pueblo: me de

SALVAR LA PALABRA EN TU CORAZON




Jueces 6:11b “…Gedeón estaba trillando trigo en un lagar, para protegerlo de los madianitas”

A veces nos encontramos en medio de situaciones destructivas de fe, violentas, que se presentan de repente; una detrás de la otra, como oleadas, en las que apenas podemos sacar la cabeza para respirar, o mantenerla fuera de ellas, para no perder la cordura.

 Son situaciones cargadas de negatividad, como esas nubes espesas que desatan las tormentas eléctricas y que generan los rayos que al caer hacia la tierra, fulminan.

 Son situaciones a las que yo llamo: Madianitas.

 Los madianitas, enemigos del pueblo de Dios, eran los que le robaban el fruto, los animales así como también, el trigo.

 Gedeón no podía impedir que ellos les llevaran las cosas grandes, visibles y externas, pero había decidido defender el trigo en su lagar.

 El trigo es como la Promesa de Dios, y el lagar, el lugar donde lo sacudía para limpiarlo, como el corazón.


 Podrán venir situaciones adversas que quieran robarnos cosas externas pero no podemos permitir que nos toquen la Palabra de vida, para nuestro corazón.
 Esas situaciones madianitas aún pueden resultar útiles para nosotros, porque nos harán filtrar lo que es de Dios y lo que no es de Dios en nuestras vidas.
 Así como Gedeón separaba el trigo, trillando, debemos separar para bien de los que nos rodean lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, sabiendo que no estamos solos, aunque parezca porque las fuerzas vendrán de Dios.

Jueces 6:14 "Y el Señor lo miró y dijo: Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te he enviado yo"

¡Te animo a trillar en tu corazón el trigo, sin temer lo que los madianitas puedan llevarse y que aparenta ser valioso, porque todo lo que perece no es digno de ser atesorado!

Dios te bendiga,
Pastora Sara Olguin




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