ENTRADA DESTACADA

AQUEL QUE NOS AYUDA!

Imagen
Salmo 121:                              1- Al contemplar las montañas me pregunto: "¿De dónde vendrá mi ayuda? 2-Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra. Este Salmo es el segundo de quince Salmos que comprenden del 120 al 134, y se les llama en hebreo "Canto gradual" o "canto de las subidas" : Su título se debe a que eran cantados por los peregrinos que subían a Jerusalén , especialmente en las tres grandes fiestas del pueblo judío ( éxodo 23:14-17) ¿Saben que Jerusalén está a más o menos 750 metros sobre el nivel del mar y ellos debían subir por tipos de gradas o escalones? Imaginémosle subiendo para llegar allí.  ¿Cuánto tiempo les habrá insumido?  ¿Cuántas cosas habrán ocurrido mientras iban allá?  ¿Cuánta fatiga? ¿Cúantas veces habrán quedado sin aire? ¿Y cuando subían en familia?  Porque ellos no eran de tener un solo hijo por familia, como vemos aquí en Italia, o Europa ¡ no! Más hijos tenían, más felices y bendecid

AÑOS POR SUEÑOS







No hay mayor liberación que cuando nos encontramos con el verdadero propósito en nuestras vidas.
 Mujer no has nacido para cumplir años solamente, sino tus sueños.

¡Qué fuerte qué es esta frase!.
Por eso la  quiero compartir contigo.

Lo que construyas, Mujer,  tendrá un significado mucho más allá de esta vida, por eso es tan importante que lo hagas. (Proverbios 14:1)


Cumple tus sueños, que no son aquellos que se cumplen sin esfuerzos, sin trabajo, sin renuncias, sin entregas, sino todo lo contrario.

El mundo nos vende sueños fáciles, sueños fabricados.

sueños que no son realmente sueños, sino que son objetivos normales a los cuales podemos acceder a través de planearlos, organizarlos, concretarlos; se compran, se venden, se alquilan, por ejemplo: Viajar, conocer lugares,  una profesión, son parte de la vida misma.
Cierto que llevan su empeño, su compromiso, pero los que Dios puso en tu corazón y están todavía ahí, sin tocar, que solo tú de tanto en tanto acaricias,  que solo  son mirados por ti, los que está tan adentro que, si no es Dios quién los revela, no lo harán  las publicidades, ni los medios, ni la ciencia.
Su poderosa Palabra es quien los activa, su Santo Espíritu es quien los moviliza. 
Dice en Hechos 16: 14 "Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía" 

 Solo Dios activa, despierta, nos abre el oído de nuestro corazón a través de su Palabra para que lo que fuimos llamadas a ser,  seamos, y siéndolo, hagamos realidad los sueños que fueron puestos por Dios, antes de que naciéramos, a fin de que los traigamos a la existencia.


¿Esta mujer tal vez soñó ser empresaria? Lo era en ese momento.

¿Tal vez soñó ser esposa y madre? Lo era en ese momento.
¿Tal vez soñó ser una adoradora del verdadero Dios? Lo era, dice "que adoraba a Dios" 
Pero necesitaba que se realicen en ella, los sueños de Dios, el propósito verdadero de su existencia.

No nacimos para cumplir años, nacimos para cumplir sueños, pero ¡ojo!

No los sueños que el mundo me dice que debo satisfacer, sino aquellos que están sabiamente escondidos en mi ser, por Dios, para que nada ni nadie los aborte, los arruine, los desprecie.

Dios envió a su siervo a despertar el espíritu de Lidia, porque ella había sido soñada por Dios para ser Casa de Dios, Casa de los hijos de Dios, en la región de Filipos.

¿Qué habrá soñado Dios contigo?
Deja de cumplir solo años, permite que Dios realice su sueño contigo y tú con él.
Entra a su habitación y dile,-Padre,  Dios de nuestros sueños, ¿ qué soñaste conmigo?

 Porque yo quiero ser tu sueño realizado en esta vida, en el lugar donde me haces vivir, en medio de quienes viven conmigo.

 No quiero terminar de cumplir el último año de mi existencia en este mundo y partir creyendo que realice todo, cuando sólo habré hecho lo que me gustaba, todo lo que quería, todo lo que logre alcanzar según mis propios sueños,  mis propios propósitos, y llegar ante ti y que me digas: - Yo había soñado contigo que tu fueras una Mujer de Dios, Tienda de Cedar, Casa de multitudes.

 ¿Estás en tu mejor edad, o todavía estás luchando con ella.? 
Cambia tu años por los sueños realizados de Dios.

¡Dios te bendiga!
Pastora Sara Olguín

Comentarios

LO MÁS LEÍDO

ES TIEMPO DE FLORECER: ¡FLORECERÁS!

SEÑAL DEL ULTIMO TIEMPO: LA COMEZON DE OIR

EL TORRENTE DE BESOR

LOS QUE NOS VISITARON